Con un metro y 78 centímetros de altura, delgado, de pelo claro y ojos azules, Luis Mena no pasa ni pasó desapercibido en el Estadio Monumental. Desde que llegó a Colo-Colo a los 12 años, hasta su retiro en 2014 con 34 años, el jugador cultivó una carrera donde recibió apodos como “Cacique rubio”, “Cacique del pueblo”, “Capitán” y “Multicampeón”, un reconocimiento por ser el jugador chileno con más campeonatos nacionales, alzándose con 11 trofeos, además de una Copa Chile.

Con el tiempo su nombre también se transformaría en sinónimo de superación y resiliencia. “La gran Lucho Mena” hizo eco al sinnúmero de ocasiones en las que el entonces defensa albo tuvo que competir con los refuerzos que llegaron a jugar en su misma posición, para finalmente recuperar la titularidad gracias a su silencioso trabajo, actitud con la que se ganó el respeto y admiración de la hinchada y de sus rivales. Así como “de atrás pica el indio”, de atrás picaba el rubio.